El acné afecta al 80% de los adolescentes en el mundo y en algunas personas persiste hasta la edad adulta. Se manifiesta a través de la aparición de puntos blancos y negros (comedones), nódulos, marcas o cicatrices.
El acné se forma en los folículos pilosebáceos que están constituidos en un pelo y una glándula sebácea que se ubican en la capa intermedia de la piel (dermis). La glándula sebácea produce una sustancia llamada sebo que es formada por varios tipos de grasas.
Normalmente, este sebo es eliminado por el canal del folículo y se desparrama por la superficie de la piel. En las personas con tendencia al acné, este canal es obstruido por un espesamiento de la piel (queratina) y el sebo se acumula dando origen a los puntos negros.
Los folículos pilosebáceos están en la piel de todo el cuerpo con excepción de las palmas y las plantas pero en algunas zonas las glándulas son mayores como en el rostro, pecho y espalda. Por eso, estas zonas son las preferidas por el acné.
Consultar con Piel Fagre
Por ese motivo, es importante hacer consultas con especialistas calificados. El staff de Piel Fagre, representado por los médicos dermatólogos, José Vicente Fagre y José Sebastián Fagre, es un sello de tradición en la provincia de Tucumán, que lleva cuidando la salud dermatológica de los tucumanos desde hace más de 40 años, en su sede ubicada en calle Muñecas 427, San Miguel de Tucumán.
Para contactar con la clínica, se puede ingresar a su flamante sitio institucional www.pielfagre.com o comuníquecarse telefónicamente al número: 0381- 4212288, de lunes a viernes de 9 a 21 horas.
¿Cómo puedo cuidar mi acné?
Existen varios tipos de tratamientos que pueden controlar y hasta curar el acné. Como estas lesiones afectan el aspecto de la piel, es importante prevenir y tratar adecuadamente el acné, evitando cicatrices y marcas permanentes.
«Muchas personas consideran el acné como un estado natural de la adolescencia que desaparece solo. Pero existen formas de minimizar o hasta solucionar este problema. El uso de productos cosméticos inadecuados, cremas nutritivas, algunos maquillajes o formulas caseras, la mayoría de las veces no resuelve y hasta puede provocar problemas. Para prevenir y curar el acné es importante combinar ingredientes eficaces para combatir y prevenir con otros que protegen la piel, evitando el resecamiento y la irritación», sostiene el dermatólogo, José Vicente Fagre.
Como se observa, existen varios tipos de acné y cada persona presenta un tipo de piel y sensibilidad diferentes. Por eso el tratamiento del acné debe ser siempre orientado por un médico dermatólogo. A través del examen de su piel, él sabrá indicar los productos más apropiados para la forma de correcta de usarlos.
Recomendaciones
- La piel con tendencia al acné requiere siempre atención y cuidados. Por lo tanto sea persistente en su cuidado. Algunas personas notan que su acné empeora cuando ingieren ciertos alimentos: chocolates, maní o manteca pero, a pesar de eso, no es una regla. Si ese es su caso, evítelos.
- Use solamente los productos recomendados por su médico con la frecuencia que él le recete. Si usted los usa con exceso, puede presentar irritación y si los usa menos no va a percibir los resultado esperados.
- Es fundamental resistir la tentación de apretar las lesiones de acné, pero esto agrava la inflamación y puede dejar marcas definitivas.
- Si usted está usando cualquier producto antiacnéico, protéjase del sol.
- No olvide usar un filtro solar indicado para su tipo de piel, si fuera a estar expuesto al sol por largos períodos.
- En general, los tratamientos para acné demoran entre 3 o 4 meses para presentar los efectos deseados. Por lo tanto, persistencia y paciencia, son las palabra claves para conseguir los mejores resultados de su tratamiento.
¿Cuáles son las casusas de la acné?
Genéticas o hereditarias: puede haber una predisposición genética que favorece el desarrollo del acné en algunas personas.
Hormonas: existen algunas hormonas llamadas andrógenos que regulan la producción del sebo por las glándulas sebáceas. Durante la adolescencia la producción de estas hormonas aumenta y con ella la producción de sebo contribuyendo a la aparición del acné.
Aumento de la actividad de las glándulas sebáceas: en general, quien tiene acné presenta glándulas más activas que producen más sebo. Por eso, las personas con tendencia al acné tienen en general una piel grasa. Además, también puede haber diferencia en la composición de este sebo con la presencia de elementos más irritantes para la piel.
Obstrucción del canal piosebáceo: La formación de un tapón en los poros provoca la retención del sebo que debería ser eliminado y la consecuente formación de los comedones.
Proliferación y acción de las bacterias: Las bacterias actúan sobre el sebo acumulado y favorecen la inflamación de la piel, formando lesiones rojizas dolorosas y con pus. La principal bacteria responsable se llama propionibacterium acnés. Está normalmente presente en la piel de todas las personas pero en mayor cantidad en las que presentan acné.